La Semana Santa de Vélez-Málaga es una manifestación de fe, historia y cultura que cada año llena las calles de pasión y solemnidad. Dentro de este universo cofrade, la música juega un papel fundamental, dotando de identidad a cada hermandad y proporcionando una experiencia espiritual y estética a los devotos y espectadores.
En el programa La Voz del Sentimiento de Fusión Radio, conducido por Pablo Domínguez, se profundizó en la relevancia de la música en la Semana Santa a través de una enriquecedora conversación con dos grandes compositores cofrades, Francisco Javier Criado y José Miguel Navarro.
La música como vía de trascendencia
Desde tiempos inmemoriales, la música ha acompañado a las expresiones religiosas y culturales, dotando de mayor emotividad y significado a los actos de fe. Como se mencionó en el programa, la música ha estado presente desde la Antigua Grecia y Roma, evolucionando a través de los siglos hasta formar parte esencial de la liturgia y las manifestaciones populares. En la Semana Santa, el acompañamiento musical no es solo un elemento decorativo, sino una herramienta de expresión que refuerza el mensaje espiritual de cada procesión.
Criado y Navarro destacaron cómo la composición de marchas procesionales es un acto de creación artística que, al igual que la imaginería o la orfebrería, busca transmitir devoción y belleza. La música, afirmaron, es capaz de elevar el alma y conectar a los fieles con la esencia misma de la Semana Santa, creando un vínculo entre la imagen sagrada, la hermandad y el espectador.
Identidad musical y el impacto de las modas
Uno de los temas más interesantes abordados en la conversación fue el impacto de las modas musicales en la identidad de las hermandades. Los compositores coincidieron en que, aunque cada cofradía tiene un estilo musical que la define, la influencia de nuevas tendencias ha provocado una estandarización de las marchas procesionales. En algunos casos, esto ha llevado a que piezas emblemáticas queden relegadas a un segundo plano.
A pesar de estos cambios, ambos artistas subrayaron la importancia de que las hermandades mantengan su esencia y cuiden su repertorio musical como parte de su patrimonio. La clave, explicaron, está en equilibrar la tradición con la innovación, permitiendo la incorporación de nuevas composiciones sin perder la esencia que define a cada hermandad.
El auge del culto interno y la música sacra
Otro aspecto que ha cobrado relevancia en los últimos años es el fortalecimiento del culto interno en las hermandades. Criado y Navarro coincidieron en que cada vez más cofradías prestan atención a la calidad musical de sus cultos, incluyendo piezas cuidadosamente seleccionadas para sus triduos, quinarios y funciones principales. Esta tendencia no solo enriquece la liturgia, sino que también refuerza el sentido de pertenencia y la devoción dentro de la comunidad cofrade.
La labor de las bandas y la formación musical
Un tema ineludible en la conversación fue el papel de las bandas de música y la formación de nuevos músicos. La existencia de bandas juveniles y escuelas de música es, según los compositores, un auténtico milagro en los tiempos actuales. En un mundo donde las distracciones son innumerables, el hecho de que tantos jóvenes dediquen su tiempo y esfuerzo a aprender un instrumento y a formar parte de una banda cofrade es digno de admiración.
Navarro destacó el trabajo de la banda de la Cofradía del Rocío de Málaga, nacida de una escuela de música que con el tiempo ha crecido hasta convertirse en una banda consolidada. Este ejemplo demuestra que la música cofrade no solo es una tradición viva, sino también una herramienta de cohesión social que fomenta valores como la disciplina, el trabajo en equipo y el amor por la música.
Conclusión: una tradición que evoluciona sin perder su esencia
El programa La Voz del Sentimiento nos permitió adentrarnos en la importancia de la música dentro de la Semana Santa, no solo como un acompañamiento sonoro, sino como un verdadero arte que enriquece la experiencia cofrade. Francisco Javier Criado y José Miguel Navarro nos recordaron que la música, al igual que la propia Semana Santa, debe encontrar el equilibrio entre la tradición y la evolución, sin perder su esencia ni su capacidad de emocionar y trascender.
Con cada nueva composición y con cada nota que resuena en las calles de Vélez-Málaga, la música cofrade sigue escribiendo su historia, enriqueciendo la devoción y acercando a los fieles al misterio de la fe. Y es que, como bien se dijo en el programa, la belleza de la música nos lleva siempre hacia la verdad.