La Ibiza de los años 50 en el Festival de Málaga con «Los europeos»

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«La película es, por encima de todo, la dolorosa crónica de un primer amor. Tratada con un punto de nostalgia que recuerda más al Jaime Chávarri de “Besos para todos” y “Las bicicletas son para el verano” que a los gamberros Ferreri y Berlanga, la adaptación toma carácter de relato iniciático» (Rubén Romero, 20minutos)

EQUIPO                                                                                                                  Como director encontramos a Víctor García León y como actores princiaples a Raúl Arévalo y Juan Diego Botto. Sin embargo, no hay que dejar de nombrar a otros como Boris Ruiz, Stéphane Caillard, Carolina Lapausa o Georgina Latre.

SINOPSIS                                                                                                                 Esta película cuenta la historia de Miguel Alonso, un delineante del Madrid de los años 50 al que alquilan un piso que a su vez está alquilado. No tardará en aparecer Antonio, el hijo de su jefe, que le invita a veranear a la isla de Ibiza.

Allí, coincidirán con unas chicas valencianas que les harán sumergirse en la vida fiestera de la zona, la que está plagada de niños ricos que solo quieren pasárselo bien. Antonio se muestra encantado y no tiene problemas en desenvolverse en este nuevo ambiente, mientras que Miguel prefiere hacerse a un lado, hasta que conoce a la misteriosa Odette, una joven francesa que hará que espabile un tanto y se una a la juerga.

CRÍTICA                                                                                                           Actuación: para muchos, uno de los mejores papeles de Juan Diego Botto. Raúl Arévalo también posee su toque diferenciado que, sin duda, ayuda a que la historia fluya y se transmita de forma clara en la mayor parte de la duración de este largometraje. La protagonista principal merece una mención especial, pues, como ellos mismos cuentan, al ser francesa, tanto por el idioma como por la personalidad, a veces costaba más compenetrarse, pero lo han logrado.

Escenografía: uno de los puntos fuertes sin duda. El ambiente y los paisajes escogidos han servido de teletransporte a la Ibiza de los años 50. Por otra parte, y en relación a esto, los halagos al equipo de fotografía han sido repetidos y constantes.

Música: normalmente suele ser una de las claves de cualquier largometraje, sin embargo, en este caso la escenografía y lo visual cobraba más importancia. De hecho, hasta para los créditos y las ilustraciones que aparecen a lo largo de la película, dedicaron más tiempo en decidir la composición.

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